jueves, 5 de marzo de 2015

DESDE LA CONFESIÓN. MEDICINA PARA CAMINAR Y PROGRESAR ESPIRITUALMENTE.



PASOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN:




LA IGLESIA NOS PROPONE CINCO PASOS:


La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento.

Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha realizado en nosotros.

1. Examen de Conciencia.
Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. (Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien, de realizar Ejercicios Espirituales,  ayudarte de tu director espiritual, o tu Sacerdote.)  Consultar el Catecismo.

2. Arrepentimiento. Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos lastimado al que más nos quiere: Dios.

3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída.

4. Decir los pecados al confesor. El Sacerdote es un instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha.

5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos.
A lo largo de la vida pasamos por pruebas duras, tentaciones y debilidades.   Sólo la gracia de Dios nos ayuda a tener ese dolor y vergüenza,   y también  pedir ayuda a un Sacerdote.   Sin embargo   Dios me ha guiado de manera especial este año.   Le pedí a Dios que me ayudase pues sentía que en esta Cuaresma,  y con la edad que tengo,  necesitaba vivirla  de manera más profunda.   Hablar a solas con Dios,  retirarme de ruidos, de la ciudad, de amistades, de tantas distracciones.   Le pedí a Dios silencio para estar con El y que me guiase a hacer los Ejercicios Espirituales que el sabe que más necesito.
Me lo ha concedido.    Sólo he salido de casa para ir con el grupo de oración  en peregrinación  en este tiempo de cuaresma.  Ayudar al prójimo  y  orar.   Agradezco con amor esta situación  y sólo puedo vivirla con la ayuda del ESPÍRITU SANTO,  guiada por nuestra Madre Santísima,  pues dentro de este retiro, de este desierto  he tenido tentaciones que sólo con la gracia de Dios y la fuerza y fortaleza que el me ha dado, he podido rechazar.   Ahora  y después de realizar los correspondientes Ejercicios   Espirituales de   San Ignacio de Loyola,   me siento  poco a poco nueva.   Me siento como una niña que poco a poco descubre algo tan bello y comienza a vivir.  Siento que aquellos problemas pasados ya se disuelven.   Me siento ligera, sin carga.   Me siento agradecida y llena de amor aunque se que aún debo revisar y dejarme ayudar en este examen de conciencia, porque es decisivo.   
Con tu gracia Dios padre todopoderoso y de la mano de LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA me preparo  profundamente y arrepentida  ante DIOS  dispongo mi vida para  que mi alma sane y limpies y volver a nacer de nuevo, AHORA,  DESDE  EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN.    Ofrecida por  el Papa Francisco  y por todos los Sacerdotes de mi Diócesis y del Mundo entero.  Y como necesito aprender aún más,  Dios me guía al Papa Francisco  donde nos habla de la confesión.

Sólo así  con arrepentimiento profundo y  dejándome guiar  puedo vivir la espiritualidad  de la cuaresma y caminar bien según la voluntad del Padre.
REINA DE LA PAZ, RUEGA POR NOSOTROS.

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